Klimt

Este pintor austriaco que nació el 14 de julio, de 1862 y murió el 6 de febrero, de 1918, nació en Baumgarten, un poblado cerca de Viena. Su padre fue Ernst Klimt y su madre Ana Finste. Desde muy niño mostró inclinación y dotes para el arte, se supone que fue debido a la herencia y a la  influencia que ejerció su padre quien se dedicaba al arte; grababa en oro. Su madre, por su lado, era una mujer aficionada al canto. Provenía de una familia numerosa, Gustav era el segundo hijo de siete hermanos: tres varones y cuatro mujeres. En los cuatro varones se notó las huellas de la herencia, pues adquirieron las habilidades y la afición por el arte, de su padre.

Todos dependían de los ingresos que producía el padre lo que ocasionó que los Klimt  sufrieran escases. Pasaban periodos de austeridad que llegaba al límite de la pobreza. La situación se agravaba por la condición de inmigrante de sus padres. Para los inmigrantes no había muchas posibilidades de conseguir trabajo en esa Austria discriminatoria, ni tenían posibilidades de arribar a una mejoría de su condición social. Por suerte el talento se le presenta a Klimt como una tabla de salvación. Y a los catorce años es premiado con una beca para que continuara sus estudios de arte en La Escuela de Artes y Oficios de Viena, lugar dónde completaría sus estudios hasta 1883.

Klimt logra terminar su profesión de pintor y decorador de interiores, bajo la enseñanza de los maestros Michael Rieser, Ludwing Minnigerode y Karl Hrachowina. En esa época Klimt admiraba al pintor de moda, Hans Makart. Debido a esta influencia se considera académicos a sus primeros trabajos.

Al poco tiempo, 1877, su hermano Ernst también logra asistir a la misma escuela donde Gustav estudió. Con el paso del tiempo los dos hermanos, junto también Franz Matsch, comenzarán a trabajar en un colectivo que llamaban “Compañía de artistas. En 1888, la Compañía,  poco a poco, comenzaba a recibir solicitudes de trabajos. En muchos de éstos se los vio colaborando como asistentes en decoraciones. El más importante de esa época fue la decoración que hicieron como asistentes de su profesor al Kunsthistorisches Museum, de Viena.

Después de esa experiencia Gustav se independiza y comienza su carrera personal. Empieza como pintor de interiores de los grandes edificios públicos, de la Ringstrabe. Este acontecimiento le abrirá el camino para convertirse en el representante de los pintores simbolistas. Klimt termina siendo el pintor representante del simbolismo del arte austriaco. Es también el representante del movimiento modernista de la secesión vienés.

En 1888, sus éxitos se ven reflejados cuando terminó los murales del Burgtheater de Viena, por ese motivo Klim recibió la Orden de Oro al mérito de manos del Emperador Francisco José I de Austria, y fue nombrado miembro honorario de las universidades de Múnich y Viena.

Klimt mostró su placer pintando lienzos y murales, en los que hizo gala de su estilo personal muy ornamentado. Esos mismos detalles los mostró cuando pintó sobre artesanía. La muerte de sus padres marcaron un momento especial en la vida de este artista, no sólo porque debió asumir la carga económica que representaba su familia, sino también porque delimitó el comienzo de una nueva etapa artística para Klimt. Marcó su inicio porque a partir de este acontecimiento se puede ya notar claramente los rasgos de su estilo personal. El desnudo femenino se convierte en su lenguaje expresivo, y en su máxima fuente de inspiración.

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